Luego, Almustafá y la mujer, acompañados de los nueve discípulos, fueron hasta el mercado, y el profeta habló al pueblo, a sus amigos y a sus vecinos, y había alegría en sus corazones y en sus ojos.
Y dijo Almustafá:
"Crecéis en sueños, y vivís vuestra vida más rica mientras dormís. Por ello, todos vuestros días debierais pasarlos dando gracias por lo que habeis recibido en el silencio de la noche.
Amenudo pensais en la noche y hablais de ella como si fuera la estación del reposo, pero en verdad, la noche es la estación de la búsqueda y del encuentro.
El día os da el poder del conocimiento, y enseña a vuestros dedos a ser diestros en el arte de recibir; pero es la noche la que os conduce a la casa de tesoros de la Vida.
El sol enseña a todo lo que crece el anhelo por la luz, pero es la noche la que las eleva hacia las estrellas.
En verdad es el silencio y la quietud de la noche lo que teje un velo nupcial sobre los árboles del bosque, y sobre las flores del jardín; y luego prepara el lujoso banquete, y prepara la alcoba nupcial; y en ese santo silencio se concibe el mañana, en el útero del tiempo.
Así sucede con vosotros, y así, buscáis y encontráis alimento y plenitud. Y aunque al alba el despertar borre vuestros recuerdos, la mesa de los sueños siempre esta dispuesta, y la alcoba nupcial siempre esta esperando."
Y el profeta guardó silencio un rato, y ellos también, en espera de sus palabras. Luego, volvió a hablar y dijo:
"Sois espíritus, aunque alentéis en cuerpos, y, como aceite que arde en la oscuridad, sois llamas, aunque estéis presos en lámparas."
Extracto de El jardín del profeta
Khalil Gibran
Khalil Gibran
3 comentarios:
me encanta este autor.
Y los que no dormimos?
Pues hay que dormir E
un poco de yoga quizás te vendría bien.
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