sin comienzo y sin final,
se manifestó la sociedad humana.
En aquel momento surgieron liberación y confusión.
Cuando aparecieron el temor y la duda
frente a la confianza que es primordialmente libre,
se alzaron innumerables multitudes de cobardes.
Cuando en la confianza que es primordialmente libre
se halló ejemplo a seguir y deleite,
se alzaron innumerables huestes de guerreros.
Y las multitudes innumerables de cobardes
se ocultaron en cavernas y selvas.
Mataron a sus hermanos para comerse su carne,
siguieron el ejemplo de las bestias,
provocaron el terror unos en otros;
se quitaron así la propia vida.
Atizaron un inmenso fuego de odio,
enturbiaron sin cesar el río de la lujuria,
se sumieron en el fango de la pereza:
así apareció la edad del hombre y las plagas.
De quienes se dedicaron a la confianza primordial,
las múltiples huestes de guerreros,
algunos fueron alas altas montañas
a erigir hermosos castillos de cristal.
Otros a comarcas de bellos lagos e islas
a levantar palacios fabulosos.
Y otros más a las plácidas llanuras
fueron a sembrar arroz, cebada y trigo.
Siempre sin conflictos ni disputas,
amables siempre, y generosos.
Sin recibir estímulo, mediante su insondabilidad que
por si sola existe,
estuvieron siempre dedicados al Ridgen imperial.
Shambhala
Chögyam Trungpa
Chögyam Trungpa
3 comentarios:
Pues me quedo con la segunda parte, sembrando campos de arroz y cebada y construyendo mi palacio de cristal, fuerte, bello y transparente.
...y q Chogyam Trungpa nos inspire.
Gracias por este sabio texto.
Un abrazo Nork
Prefieren la paz y la defienden
vivir en paz es eso, recoger los alimentos, confiar en las manos.
un abrazo y gracias por el texto
Y sin embargo, a pesar de conocer nuestro presente, nos empeñamos en seguir construyendo confusión a nuestro alrededor, sin darnos cuenta que se nos derrumba la sabiduría con la que estamos de acuerdo, pero que no siempre somos capaces de seguir..., las prisas o quizás el fango de la pereza...¿?
Abrazzzusss
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